3.4.08

INICIO DE CICLO LECTIVO :: Parte II













“Para educarse son necesarias la inteligencia y la voluntad, y con esta última, el esfuerzo”.


Las vacaciones han llegado a su término y damos inicio a este nuevo curso escolar. Las expectativas, muchas sin duda alguna, son acordes a cada nivel y a cada etapa escolar que cada uno de ustedes, alumnos y alumnas vivirá este año. Seguramente aparecerá la pregunta: ¿como será este año?

Como en los anteriores, habrá miedos, incertidumbres, esperanzas, caminos que recorrer, metas a conseguir.

Cada uno puede pensar y reflexionar de que modo quiere vivir este año escolar o cuál ha de ser la meta a la que debe arribar al finalizar el curso.

Los mayores ya tenéis capacidad suficiente para reflexionar sobre estas preguntas u otras que podáis plantearos; pero sin duda, las respuestas deberán tener como base, alguno de los principios que son fundamento para la formación de la persona:

- El estudio, además de un derecho que os pertenece, es un deber que os obliga a formaron humana y espiritualmente.

- Que ese estudio tiene que ser profundo, acabado, sincero, sin regateos ni con sus docentes, ni con sus padres, ni con vosotros mismos.

- Que para lograr resultados son necesarios el orden, la constancia y la intensidad. Nadie aprende matemática, lengua, ciencias, mirando un libro o una carpeta cerrados.

Os repito la frase del principio: “para educarse son necesarias la inteligencia y la voluntad, y con esta última, el esfuerzo”

Los más pequeños, ayudados por sus padres, también podrán recorrer el camino trazado para ellos.

Para todos, educadores y educando, el sacrificio, la constancia y la esperanza son virtudes que debemos vivir para obtener logros y llegar a las metas fijadas.

Sres. Padres: a pesar de las dificultades, sean perseverantes en la buena educación de sus hijos.

Sres. Docentes: esfuércense por hermanar la comprensión y la exigencia para con los alumnos que tendrán a su cargo.

Alumnos: aprovechad el tiempo y las oportunidades que sus padres y el colegio os brindan.

Que el Sagrado Corazón, en quien confiamos, nos bendiga a todos.

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